Este domingo 14 de julio, el presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) y arzobispo de Cumaná, monseñor Jesús González de Zárate, visitó al pueblo de Cumanacoa, en el estado Sucre para realizar una labor social en la zona afectada por el paso del huracán Beryl.
El medio de comunicación, La Patilla, señaló que González había entregado agua mineral e insumos a los residentes y más tarde se había encargado de dar una eucaristía en la Iglesia San Baltazar como parte de sus actividades benéficas, incluso, ofreció unas breves declaraciones a algunos medios.
Aun cuando, en ese mismo día se presentó una situación irregular, al terminar la misa, cuando algunos funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) entraron a la casa religiosa para pedirles que abandonaran Cumanacoa.
Los residentes aseguraron que fueron amenazados con detenerlos e incluso estuvieron a punto de ser golpeados. Sin embargo, aún no existe un comunicado oficial por parte de la CEV o de Cáritas, de dicha eventualidad.
Además de los mencionados anteriormente, la Cámara de Comercio, la Industria y Producción de Cumaná también rechazó lo ocurrido e indicó, “Condenamos el maltrato de funcionarios pertenecientes a organismos de seguridad a Monseñor González de Zarate en Cumanacoa. Respeto a la iglesia, a las instituciones y a los periodistas”.
La abogada defensora de derechos humanos, Tamara Suju, también manifestó su descontento y pidió acciones justas ante el maltrato a las figuras de la iglesia. “Mi solidaridad con el arzobispo González, los padres y el personal de Cáritas por la cobarde agresión física y psicológica de la que fueron víctimas por parte de la PNB”, escribió.
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