NIÑEZ DESGARRADA

A propósito del vídeo e imágenes, que ha recorrido en los últimos días, donde un líder espiritual, en un espacio público, obliga a un niño a besarle y a exigirle conductas y actos lascivos, como madre y operadora en un sistema de protección de la niñez y la adolescencia, es mi deber informar y formar sobre las implicaciones éticas y legales, que redundan en esta escena.

De la lectura de un autor hace pocos días refería, que todos cargamos con heridas emocionales infantiles, algunas son leves y circunstanciales, mientras que otras son graves y crónicas, como aquellas que responden a experiencias de maltrato infantil: violencia física, psicológica, abuso sexual, negligencia parental, abandono, siendo la niñez herida una infancia maltratada. Sebastián León, en su libro la “Niñez Herida”. De allí mi inspiración para hoy reflexionar sobre la niñez desgarrada, olvidada y/o lacerada.

En principio, estamos cansados y podríamos decir aturdidos de la cantidad de escenarios de abusos sexuales, trata infantil, explotación sexual, pornografía infantil, entre otros delitos, que a diario se cometen contra la niñez y la adolescencia; nefastamente el abuso infantil llega a todos los rincones de la tierra, sucediendo en lugares donde deberían estar más protegidos, dentro de sus hogares, en las escuelas y a través de Internet, como es el caso que nos ocupa.

El abuso sexual infantil, es una de las formas más graves y severas de violencia contra la infancia y la adolescencia, y conlleva efectos devastadores y destructores en la vida de los niños, niñas y adolescentes que lo sufren. El abuso sexual infantil implica la transgresión de los límites íntimos y personales del infante.

Este tipo de acto, como el que hemos visto en estos días, sin mayor explicación, constituye una tipología delictiva, donde cualquier cantidad de instrumentos legales internacionales, reconocen y tratan el abuso infantil, como: la Convención sobre los Derechos de Niño, el Protocolo Facultativo relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de la pornografía, el Convenio del Consejo de Europa sobre la protección de los niños contra la explotación y el abuso sexual, entre otros, en los cuales regulan principios, derechos y las normas procedimentales, para que la niñez y la adolescencia, desarrollen todo su potencial y estén protegidos de todo tipo de violencia, daños, y abusos.

Un elemento relevante y desgarrador, es el lugar en el que se hizo, un niño es abusado abiertamente; la indiferencia, los aplausos y la normalidad del público, me llama poderosamente a la meditación, que días estamos viviendo; y es el hecho de que una situación abominable, sea considerada como algo aceptable, sin darse cuenta del impacto y el dolor que genera en la infancia, es necesario promover en la crianza de nuestros hijos, que hay conductas que no se pueden normalizar ni si quiera entre padres e hijos, como besos en la boca.

Es necesario que mencionemos, al niño que lamentablemente fue la víctima, yerro de culpabilidad, pero no debemos seguir difundiendo su imagen y su vídeo, el niño quedó expuesto, olvidándose por completo el respeto a su derecho a la dignidad, honor y reputación; además de los efectos físicos, psicológicos, cognitivos y conductuales, que le pudo haber generado este tipo de abuso, y las consecuencias nefastas por la divulgación de las referidas imágenes y vídeos, pudiendo incluso ser re-victimizado.

Para finalizar, un llamado a la familia, como el elemento primordial a estar pendientes de sus pequeños, la niñez desagarrada es responsabilidad nuestra, por ello, debemos tomar medidas para la erradicación del abuso, es fundamental, la comunicación, no dejarlos solos, enseñarles los limites, su amor y cuidado por su cuerpo, y jamás dudar de su palabra, entre otras.

MCANTOR.VENATT@GMAIL.COM