El 3 de mayo se celebra el Día mundial de la Libertad de Prensa, la UNESCO organizará un acto especial de aniversario en la sede de las Naciones Unidas, para conmemorar los 30 años transcurridos desde la decisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas de proclamar esta fecha, con ocasión de esta celebración tan importante, se me plantea la siguiente interrogante ¿Cómo hacen los medios de comunicación, ante tantas noticias relacionadas con infancia, para respetarle y garantizar los derechos de la niñez y la adolescencia?.
Teniendo claro que la libertad de prensa es una manifestación de la libertad de expresión, ambas se encuentran estrechamente vinculadas, estos derechos no son absolutos y por ende, son restringidos por hechos previstos en la ley.
Así las cosas, la Convención sobre los Derechos del Niño, en su artículo 13 establece la libertad de expresión: El niño tendrá derecho a la libertad de expresión; ese derecho incluirá la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de todo tipo, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o impresas, en forma artística o por cualquier otro medio elegido por el niño, sujeto a ciertas restricciones, que serán únicamente las que la ley prevea y sean necesarias, igualmente el artículo 17 ejusdem, aborda el papel de los medios de comunicación en el dominio de la libertad de expresión, con vistas a garantizar y promover “su bienestar social, espiritual y moral y su salud física y mental”. Para ese fin, el mismo artículo, encomienda medidas a los Estados partes, entre las cuales se encuentra la elaboración de directrices “para proteger al niño contra toda información y material perjudicial para su bienestar”.
Equivalentemente, en los artículos 67 al 75 nuestra ley especial en materia de la niñez y la adolescencia (LOPNNA) reseña un abanico de derechos y garantías para la protección del consumo de información que deben recibir los infantes de nuestro país, así refleja entre otras cosas, el derecho a la información, a la libertad de expresión, señalando también que los medios de comunicación deben tener una educación crítica y que sus mensajes deben ser acordes con las necesidades de la niñez y la adolescencia, regulando un horario y una programación dirigida a esta población, así como el fomento a la creación, producción y difusión de información dirigida a niños, niñas y adolescentes.
Sin embargo, a pesar de tener esta legislación tan impecable en nuestro país, hoy más que nunca esa dupla libertad de expresión (prensa) y protección de la infancia requieren una reflexión, el avance de la globalización, el alto incremento del uso de la Tecnología y la información, la usanza discriminada de televisión abierta, películas y vídeos, acceso a diferentes medios de comunicación a través de las redes sociales, donde estas últimas les permitió a nuestros infantes, la oportunidad de interactuar y expresarse, muchas veces sin control, aunado a ello los vídeos juegos, la mayoría de ellos con una carga abusiva de violencia y guerras; todo esto encontrado en el mundo digital, donde los pequeños se topan con todo tipo de noticias desde política, movilizaciones, frontera, sucesos (violencia), drogas, riqueza, lujo, entre otras, que afecta sin dudar a niños, niñas y adolescentes.
Es innegable, si nos detenemos en este contexto globalizado de estos derechos, que los responsables que emiten mensajes de los diferentes medios de comunicación, o diversos programas y videos, no toman en cuenta estos aspectos, y termina siendo, lamentablemente, dañina y toxica la mayoría de información que reciben los infantes, si bien es cierto tienen derecho a recibirla de qué manera la están recibiendo.
Es cierto que todos los actores estamos involucrados, no solo es el Estado, la sociedad y la familia los responsables por los derechos de la infancia, sino en esta oportunidad el mensaje va dirigido a los medios de comunicación y su encargo para ejercer su libertad de prensa, sin afectar y vulnerar los derechos de la infancia, el gran compromiso o saldo que dejan a la sociedad, si no cuentan con una gama de políticas que orienten a ejercer su derecho a la libertad de expresión, pero siempre recordando que su contenido va dirigido a todo público y muchas veces sin control y sin indicación.
Se propone a los progenitores y responsables de igual forma, fomentar el uso de la TIC, con la debida asesoría, alentar acciones orientadas a un internet seguro e identificar amenazas entre todos los actores involucrados, es importante, recordar para finalizar, que la era digital de la mano de la infancia, no todo es negativo, por el contrario con una buena asesoría del uso enriquecedor de las mismas, tendremos una infancia donde se acelera su aprendizaje, y en consecuencia puede ser de gran ayuda y apoyo para los sistemas educativos, donde se redundaría en proporcionar a los jóvenes, capacitarse adecuadamente para la búsqueda de empleo, y novedosas actividades económicas.
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