Arquidiócesis de Caracas aprobó protocolo integral para prevenir y atender casos de abuso sexual

La Arquidiócesis de Caracas aprobó un protocolo integral para la prevención, detección y atención de casos de abuso sexual, de poder y de conciencia dentro de la comunidad para niños, niñas y adolescentes.

El documento publicado por la arquidiócesis lleva por nombre “Protocolo para la promoción de la cultura de buen trato prevención de abusos contra niños, niñas, adolescentes y personas vulnerables y su código de actuación” y busca garantizar ambientes seguros para los niños y adolescentes.

En el enunciado creado por la iglesia católica venezolana se establecen lineamientos que buscan abordar los casos y crear espacios de protección de jóvenes en las parroquias y otras instituciones de las iglesias del país donde hacen vida religiosa.

Al mismo tiempo, aseguran que el documento define un procedimiento para la prevención, orientaciones pastorales, recepción de denuncias, investigación de casos de abuso y la atención a las víctimas, garantizando el respeto a sus derechos y dignidad. Este procedimiento contempla la colaboración con las autoridades civiles competentes en caso de que así se requiera.

Autoridades de la iglesia

El texto indica que cada sacerdote y miembro de la iglesia deberá firmar un documento, que será conservado en el archivo arquidiocesano, en el que manifieste estar consciente de que el abuso sexual es un delito según la legislación vigente y “una falta grave contra el compromiso pastoral”.

Ante el tema, el Cardenal Baltazar Porras expresó: “Está prescrito, desde el Vaticano y cada una de las diócesis y parroquias de tener un protocolo, un documento que indica lo que usted puede, en un momento dado, poner una denuncia por abuso de poder, abuso sexual o por abuso de conciencia, por cualquier razón que usted se sienta con plena libertad de poder hacerlo”.

Este protocolo tiene fecha del 20 de mayo de 2024 y fue firmado por el arzobispo metropolitano, Baltazar Porras. Además, la arquidiócesis reconoce que la protección de los niños y niñas dentro de la iglesia “es responsabilidad de todo el cuerpo eclesial”.