Día Mundial de concienciación del Autismo

Uno de los objetivos de este día mundial del Autismo, es dar visibilidad a una causa, es una forma de hacer llegar a la sociedad las particularidades del conjunto social que representa ese día en concreto.

El día mundial del autismo se adoptó el 27 de noviembre de 2007, cuando la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución que declara el 2 de abril como Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, pero no se estableció como un día de celebración, sino como un día para reivindicar.

Según la ONU, en los últimos años, se ha avanzado considerablemente en la concienciación y la aceptación del autismo. Esto se debe principalmente a la contribución de los numerosos e increíbles defensores de las personas con autismo que han trabajado incansablemente para dar a conocer al resto del mundo las experiencias vividas por las personas autistas. Asimismo, profesionales sanitarios, investigadores y académicos de muchos países ya han incorporado a su trabajo el paradigma de la neurodiversidad, acuñado por la socióloga Judy Singer a finales de la década de 1990.

Autismo

El autismo forma parte de los llamados trastornos generalizados del desarrollo.

En estos trastornos no sólo se produce un retraso del desarrollo, sino un desarrollo atípico, con amplia alteración de las funciones.

La mayoría de los niños con trastornos generalizados del desarrollo también sufren retraso mental (cociente intelectual inferior a 70).

Dentro de los niños con autismo, existe un amplio espectro de gravedad, teniendo algunos síntomas más graves y otros más leves.

Síntomas y causas

Los déficits en la interacción social son probablemente los más característicos y específicos de los niños con autismo. Desde pequeños los niños no responden a los gestos y miradas de la gente a su alrededor, no buscan el contacto con otras personas, prefieren jugar en solitario.

Problemas serios en el lenguaje comunicativo verbal y no verbal, frecuentemente no tienen un lenguaje inteligible o repiten las palabras que oyen (ecolalia), alteran el orden de las palabras o las usan con significados particulares para ellos.

Los comportamientos repetitivos o estereotipados: sólo les interesa una cosa de manera excesiva e inflexible (las ruedas de los coches, los libros de color rojo...), que realizan rituales o rutinas repetidas sin función alguna o movimientos estereotipados (como aleteo de las manos).

No se conoce la causa del autismo, aunque se sabe que es un trastorno genético, ya que es más frecuente en hermanos de niños con autismo (frecuencia del 4,5% en hermanos de pacientes).

El autismo podría ser consecuencia de la interrupción del desarrollo normal del cerebro en una etapa temprana del desarrollo fetal, causado por defectos en los genes que controlan el crecimiento del cerebro y que regulan el modo en que las neuronas se comunican entre ellas.

Hasta el 80% de los niños con autismo tienen retraso mental, y hasta el 35-40% sufren de epilepsia en los primeros 20 años de su vida.

Un 5% tienen el síndrome del cromosoma X frágil y otros han sufrido infecciones, como meningitis, o han sido afectados por rubeola congénita, fenilcetonuria o esclerosis tuberosa.

Mediante estudios de imagen cerebral, como la resonancia magnética y la tomografía axial (escaner TAC), se encuentran alteraciones en la morfología cerebral, agrandamiento de las zonas del cerebro que contiene el líquido cefalorraquídeo (los ventrículos cerebrales) y alteraciones en el cerebelo y la parte frontal del cerebro.

El diagnósticoy su tratamiento

La observación conductual de un niño con autismo con fines diagnósticos es una tarea compleja que debe ser realizada, por lo tanto, por profesionales expertos (neuropediatras, psiquiatras o psicólogos).

Se debe realizar una exploración física y neurológica completas, con pruebas de visión y audición.

Durante esta fase, es aconsejable poder observar la relación con la madre (o persona que atienda preferentemente al niño), puesto que habitualmente aporta datos muy significativos para el diagnóstico diferencial.

Para realizar el diagnóstico del autismo se deben detectar déficits severos en tres áreas principales:

Alteración cualitativa de la interacción social.
Alteración cualitativa de la comunicación.
Patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidos, repetitivos y estereotipados.


Aquellos pacientes que tienen acceso temprano a tratamiento multimodal mejoran significativamente. El ambiente debe ser altamente estructurado e incluir profesores de educación especial, terapia del lenguaje y logopedia, tratamiento vocacional y entrenamiento en habilidades adaptativas.

El tratamiento conductual reduce los comportamientos no deseados, promueve el lenguaje y la interacción social y, además, aumenta habilidades que fomentan la independencia.

Es fundamental el trabajo de los padres para ayudar a su hijo y buscar los servicios necesarios disponibles en su área.

Hay asociaciones de padres de niños con autismo que son muy útiles para organizar y distribuir los recursos.

Los programas educativos deben basarse en principios estructurados e incluir sistemas de aprendizaje del comportamiento, terapia del lenguaje y terapia ocupacional. La psicoterapia está indicada en los autismos de alto grado de funcionamiento el en el trastorno de Asperger, todo ello encaminado a mejorar las competencias sociales o la expresión de sentimientos.

A veces, es necesario el uso de medicación para tratar síntomas psiquiátricos que pueden aparecer, como antidepresivos para reducir los comportamientos repetitivos; y antipsicóticos para mejorar la interacción social.

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