Incendio de residencia escolar en Guyana pudo haber sido intencional

El incendio que la noche del domingo dejó al menos 19 jóvenes muertos en una residencia escolar en Guyana pudo ser intencional, informaron las autoridades.

«Las investigaciones preliminares sugieren» que el fuego en el dormitorio de una escuela en la pequeña localidad minera de Mahdia «fue malintencionadamente iniciado», dijo el comisionado de la policía de Guyana, Clifton Hicken, en una rueda de prensa conjunta con el presidente Irfaan Ali, quien declaró tres días de duelo nacional.

No se han determinado aún posibles responsables, explicó Hicken, quien sin embargo adelantó que espera resultados en las próximas 48 horas. El jefe policial explicó que serán practicadas pruebas de ADN a los cuerpos y que seis autopsias ya han sido realizadas.

El fuego se produjo en el dormitorio de niñas de la residencia estudiantil de Mahdia, en el centro de este país sudamericano, fronterizo con Brasil, Venezuela y Surinam. «Seguiremos a su lado y los apoyaremos en este muy difícil momento», prometió Ali a los familiares de las víctimas en «un día muy triste» para «la historia» de Guyana. «Se trata de una gran catástrofe. Es terrible, doloroso», lamentó más temprano el gobernante.

Al menos 19 victimas

«Catorce jóvenes murieron en el lugar, mientras que cinco fallecieron en el hospital del distrito de Mahdia», dijo el departamento de bomberos en un comunicado, después de que el gobierno reportara inicialmente 20 fallecidos.

Seis heridos «fueron trasladados en avión a Georgetown», mientras que «otros cinco siguen hospitalizados en Mahdia y otros diez en observación», agregó el documento, que señala que los bomberos lograron «salvar a una veintena de estudiantes» después de perforar la pared del edificio que tenía ventanas con rejas de seguridad.

Autoridades de salud reportan que 17 jóvenes permanecían hospitalizados a finales de la tarde del lunes.

Al momento del desastre, 56 estudiantes estaban en la residencia, aunque en principio se reportó que eran 63. Allí vivían jóvenes de 11 a 17 años de edad, según una fuente que acompañaba las labores de socorro y que pidió el anonimato. El edificio fue consumido por las llamas. El techo, que era de hojalata, se derrumbó y sólo las paredes ennegrecidas quedaron en pie.

CARLOSPAREDES9@GMAIL.COM