Siempre se ha creído que en una democracia para que sus instituciones funcionen es suficiente con que exista el pueblo ejerciendo el poder. Nada más alejado de la realidad, el pueblo solo es la conglomeración de personas en un espacio geográfico determinado, pero ese pueblo debe trascender de ésa condición natural a la importantísima condición político / jurídica. Ser pueblo per se no es ser ciudadano...
Cuando una persona de la democracia se declara apolítica y se desentiende de los asuntos públicos dentro del Estado también es responsable directa de los malos gobiernos y la corrupción pública, porque se convierte en cómplice por no generar sanción colectiva. Así como Ciudad Gótica en la película de Batman, que se evidencia una ciudad sin ciudadanos, puesto que los principales actores de la corrupción son los propios ciudadanos...
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